Como casi todas las semanas fui al cine, esta vez a ver Ángeles y Demonios, basada en la novela homónima de Dan Brown.
Confieso que no leí el libro, no porque no me guste leer sino mas bien por que soy selectivo a la hora de hacerlo. Tampoco lei el Código Da Vinci, pero si vi la película. No estoy interesado en leer novelas que no aportan nada, sin embargo leí El Enigma Sagrado de 1985, libro del cual se toma la teoría de la conspiración en torno a la ocultación de la descendencia de Jesús. No es una novela, es un libro que intenta develar el supuesto misterio del Santo Grial.
En cuanto a la película Ángeles y Demonios, es buena pero quizás no tan entretenida ni cautivante como El Código Da Vinci. Tiene varios errores científicos groseros en el guión, sin embargo es entretenida en su conjunto y las faltas no terminan opacando los aciertos.
Ángeles y demonios se desarrolla en el Vaticano en medio de las elecciones de un fallecido papa en momentos en que cuatro cardenales (los preferetti, preferidos para suceder al papa) son secuestrados y serán asesinados cada hora hasta cumplirse la medianoche para finalizar con la explosión de una bomba de antimateria que destruirá el Vaticano y que ha sido robada desde el Colisionador de Hadrones (LHC) ubicado cerca de Ginebra en Suiza. Detrás de la confabulación están los Illuminati.
A quienes vayan a verla, bajen sus expectativas si esperan ver El Código Da Vinci II, eso les permitirá disfrutar más la película.
No les voy a contar el final, pero el mayordomo es el asesino(Broma).
