La historia de los 29 renos que les voy a contar es completamente cierta, ocurrió hace años atrás en la desolada y remota Isla de San Mateo, ubicada en el Mar de Bering en Alaska. Un lugar inhóspito y con mucho frío de tan solo 357 Km². La temperatura promedio de la isla es de 3,2º C.
En plena época de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos mandó a construir un asentamiento de la Guardia Costera de Estados Unidos con el objeto de poner en la isla un sistema de navegación electrónico llamado LORAN (navegación de largo alcance). Este sistema básicamente permitía determinar la posición de un barco mediante la «triangulación» de señales de radio. Hoy este sistema está casi en desuso siendo reemplazado por el moderno GPS que vendría siendo la versión satelital del antiguo LORAN. Pero vamos a los 29 renos.
En 1944 llegaron a la isla de San Mateo 19 hombres para llevar a cabo el proyecto y además venían embarcados unos inusuales pasajeros, 29 renos. La idea era que si llegaba a producirse un periodo en que estas personas no fueran aprovisionados a tiempo, pudieran usar algunos de estos renos como alimento y sobrevivir a las duras condiciones climáticas. Para suerte de los renos esto nunca ocurrió, y para suerte de los 19 hombres, el proyecto duró tan solo 1 año. Ya en 1945 abandonaron la Isla de San Mateo, pero dejando atrás los 29 renos.
Si bien el clima era frío para el ser humano, para los renos no supuso ningún problema. Quedaron solos en esta isla que poseía abundante vegetación y en total ausencia de algún depredador natural su población comenzó a aumentar. Literalmente los renos estaban en su salsa.
En 1957, a 12 años de abandonar los seres humanos la isla, llegaron unos investigadores quienes se sorprendieron al ver que la población de renos se encontraba saludable y había alcanzado la cantidad total de 1.350 renos.
6 años desde la última visita del hombre, en 1963, llegaron otra vez unos investigadores y determinaron que la población total ascendía a la increíble cifra de 6.000 renos.
En 1966, tan solo 3 años desde la última visita y a 22 años de haber llegado los 29 renos a la isla, los investigadores se encontraron con un panorama dantesco e inesperado. La isla estaba llena de esqueletos y cadáveres por todas partes. Únicamente sobrevivían 42 renos, 41 hembras y 1 macho estéril.
En 1980 murió el último reno. En tan solo 36 años la población original de 29 renos llegó a 0, luego de haber pasado por gloriosos momentos con más de 6 mil ejemplares alimentándose por toda la extensión de la isla.
Los renos aumentaron tanto su población que terminaron por agotar sus recursos alimenticios, ya no había vegetación que comer. Fue esta sobreexplotación sumada a unos años fríos los que llevaron a esta otrora feliz población de renos a la extinción total.
Nosotros como humanidad no necesitamos un meteorito como el que devastó a los dinosaurios hace 65 millones de años, ni el 2012, ni el fin del mundo de moda para terminar con nuestra existencia, tan solo necesitamos nuestra estupidez y codicia para seguir el camino de los 29 renos.
Se cree que los mayas desaparecieron como civilización a causa de varios factores, pero dentro de los más importantes se encontrarían el aumento explosivo de su población junto con la sobreexplotación de los recursos naturales. La tala indiscriminada de bosques, quema de selva para el cultivo, el agotamiento de los suelos, entre otras cosas habrían contribuido para desmejorar la situación. ¿Están los mayas y los 29 renos contándonos básicamente la misma historia?. ¿Es este el verdadero legado de los mayas a las generaciones del presente, mostrarnos que el abuso de los recursos naturales es un pasaporte a la extinción?.
O cuidamos el planeta o ya sabemos lo que nos espera.
Pueden encontrar algo de información complementaria en Wikipedia.
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