En el Génesis, el primer libro de la Biblia existen 2 relatos de la creación del hombre, no son contradictorios entre sí y de hecho son de alguna manera complementarios, pero lo curioso es que existan 2 relatos. Probablemente, ambos relatos originales eran muy diferentes entre sí y quienes posteriormente los recopilaron y escribieron en el Génesis no se atrevieron a fusionarlos o destruirlos totalmente. Aun así es muy interesante la historia tal cual nos llega a nuestras manos porque contiene esas verdades ocultas que pasan desapercibidas para quienes no quieren ver más allá.
Vamos a analizar algunos pasajes del Antiguo Testamento, recordemos que en el artículo anterior habíamos dicho que Jehová era un ser de carne y hueso, y que además era uno entre muchos de su tipo, probablemente un jefe militar pero en ningún caso el Dios Universal. También dijimos que Jehová es un extraterrestre de aspecto reptiloide.
Génesis 1:26
Y Dios pasó a decir: “Hagamos [al] hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza, y tengan ellos en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y los animales domésticos y toda la tierra y todo animal moviente que se mueve sobre la tierra”.
Génesis 2:7
Y Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente.
Génesis 2:21-22
Por lo tanto, Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre y, mientras este dormía, tomó una de sus costillas y entonces cerró la carne sobre su lugar. 22 Y Jehová Dios procedió a construir de la costilla que había tomado del hombre una mujer, y a traerla al hombre.
Acá tenemos la primera situación curiosa sobre la creación del hombre, si los dioses hicieron a Adán del polvo del suelo y luego le dieron vida, siendo Dios todopoderoso ¿por qué no repitió el mismo procedimiento con Eva? ¿Por qué tuvo que sacarle una costilla y luego cerrar la herida para crear a la mujer?
Lo que leemos en estos versículos es en realidad, algo que es común en nuestros días, anestesia general y una intervención quirúrgica para probablemente generar una mujer mediante un proceso de ingeniería genética y clonación. Todavía nosotros, los seres humanos actuales no tenemos aún esta tecnología, pero no estamos muy lejos de desarrollarla y tener nuestra propia versión de la creación del hombre.
Los «dioses», quienes nos crearon, no eran seres espirituales sino materiales que usaron técnicas parecidas a las que tenemos actualmente. Ellos están mucho más avanzados que nosotros, pero a su vez conocen nuestro potencial y nos temen. Así como nosotros también debiéramos temerles a ellos.
Si Génesis 2:7 lo leemos de la siguiente manera, los dioses procedieron a tomar un homínido nativo del planeta e introducir en él una modificación genética entonces el homínido vino a ser un ser humano. Todo cobraría más sentido.
En una próxima entrega analizaremos el mal llamado así «pecado original» y los secretos que guarda el Génesis de la Biblia.