Existe una suerte de insana competencia entre los chilenos de escasos recursos, y cuando hablo de escasos recursos me refiero en especial al intelecto, de poner nombres flaites de mujeres a sus hijas. Es como si esas personas despertaran iluminadas con el don divino de bautizar con el nombre más flaite posible a un pobre e indefenso ser que hasta esas fechas aun no ha cometido ningún acto reñido con la legalidad imperante.
Así que ya saben lo que no deben hacer poner nombres flaites de mujer a sus vástagos por ningún motivo o de lo contrario se reirán de ellos en el colegio y en la universidad, o bien en el instituto en la carrera que estudien después de salir de cuarto medio, siempre y cuando no abandonen el liceo. Seguir leyendo...